lunes, 15 de septiembre de 2008

Cómo me pegó el chardonnay!!!!


Soleado domingo en Barrio Parque, de ranchos parecidos a Escalada me decía mi tío el Eulogio, y con la expectativa de volver a formar el quinteto original que nos trajo el triunfo en la calle Godoy Cruz. Juancito en el fondo, Mariano al medio, Joaco media punta incisivo y Juampi delantero neto, ahhh me olvidaba, yo en el arco.

Llegué sobre la hora después de tomarme dos exageradas copas de Chardonnay, no me mareó tanto el vino ni la panceta como la hilera de polleritas sensuales de esas blondas jugadoras de hockey que estaban ocupando nuestra hora de cancha.

Le dimos a la espera interminable de nuestro compañero Girardi que nunca llegó como también del resto del mundo, jugando un 25 con patadita en el culo y todo. No nos acordabamos la tabla de puntuación según la jugada de gol ni tampoco la famosa frase "palo salva".

Reconocer la buena onda del dueño de la cancha que viendo que no jugamos durante 40 minutos porque no venía nadie, nos dejo ir sin poner un mango, ni multa, ni nada.

Vayamos al partido:
A falta del gran Tano Girardi lo suplantamos con dos quías que jugaban muy bien, Raúl y Diego (me parece) que salían de jugar en la hora antes de nosotros y se habían quedado con ganas de correr. Aclaro que jugaban alternadamente 10 minutos cada uno apx. Resto del mundo con el cambio de un venezolano parecido a Robinho que jugaba con la camiseta de Robinho y que le pegaba como Robinho. Además alistaba con viejos conocidos más la legendaria presencia de marcos. Partido parejo, con un poquito más de nosotros por la buena performance que tuvo Juampi Miganne. Criterioso con los pases, movedizo por todo el frente de ataque, muy efectivo con la red.
Pudimos cortar el circuito de juego de ellos en el medio campo y salir disparados rapidamente al ataque. Con menos lujos y más disparos al arco de media distancia, tuvimos más efectividad. Aunque ellos no anduvieron finos, siempre son un arma de temer. Robinho jugaba muy bien dejando siempre a uno sólo frente al arco y corren, corren, corren y corren.
Siempre estuvimos uno arriba nosotros, uno arriba ellos, no hubo grandes diferencias en el marcador, pero cuando estuvimos para cerrarlo, nos distrajimos y perdimos por la mínima diferencia.
La chicharra nos cortó el fútbol pero nos dejó la certeza de haber jugado mucho mejor que el anterior partido. Y de que podíamos jugar de igual a igual. Esperando la revancha, curandome una raspadura en el codo, los saludos afectuosamente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tarjeta roja y sanción para el periodista que falló sin aviso!

Anónimo dijo...

jugando así vamos a alcanzar los objetivos... dicho sea de paso, podríamos definir los objetivos no? un abrazo