jueves, 25 de junio de 2009

Es verdad lo de la vaca de Milka???




Si bien arrancamos hablando de política por las elecciones legislativas que se avecinan para este domingo, el tema de las golosinas bendijo la primer y gran frase de la noche de la boca de Emilio. El mito de que la vaca de Milka se murió porque al pintarla de violeta, vaya uno a saber con que tipo de pintura o aerosol, es muy popular pero nunca pensé que a Emilio le preocupaba tanto saber si era verdad o no. Para colmo, todos nos echamos a reír y nadie le contestaba, para mayor confusión, Javier (que escucha todo este en el rincón que este) dijo que una vez escuchó que una chica que se hizo body painting murió porque la pintura le tapó todos los agujeritos y el cuerpo no pudo respirar (sic).
En un momento de la noche, Emilio era el gran protagonista de las frases:
Hablando de golosinas: La caja de Garotos tiene sólo un bombón bueno, los demás son una porquería, los tenes que tirar a la basura!!!
Sobre los animales que son usados en películas: Para realizar la película de Chatrán mataron a 200 gatos. Una aventura, un gato muerto!!!
De alguien anónimo sentenció: Era un intelectual pero le pasaban cosas...
Hablando de política y en particular de Gabriela Michetti: Vas a ver que en algún momento va a dejar la silla de ruedas y se va a parar...
Alguien ya lo "fogoneaba" a Emilio para que siga tirando sus frases picantes y entonces al ver el comercial de famoso whisky nacional donde trabaja Diego Peretti con un ovejero alemán, Emilio disparó que Peretti lo tiene podrido.
Yo que volvía al Varela después de varios miércoles, presumía que con el frío la muchachada iba a rehusarse a salir del bar para fumar. Pero me equivoqué. Salimos y ahí nomás llegaron las hermanas Rossi y una pareja de amigos que me parece a mi o era el debut de ellos en la Mesa Baffa. Con ellos hablamos, crease o no, de Luppi y por ende de su inclinación sex..no, quiero decir, del cine. Rememoré la escena que tanto me gusta de Aristarain entre Luppi y María Fiorentino en la película Lugares Comunes, hablamos del Eternauta que según Emilio la tendría que hacer Eliseo Subiela, y de ahí salió el tema de Lucrecia Martel y de su dudoso buen gusto para el cine.
La joven cineasta salteña de renombre internacional y reconocido prestigio fue juzgada por Agazzi tildando que la película La cienaga se trataba de dos mujeres que pasan calor en una pileta.
Hablamos del cumple de Belu donde hubo alcohol en el dígalo con mímica, hubo ronda de fernet, nos sentamos en una mesa lejos de Daniel Alberto, estaba el maestro que defiende a Riquelme (que era su cumpleaños justo en el día más frío del año), me acuerdo que Emilio también le pegó a Fernando Peña (que dirá de Michael Jackson la semana que viene!!!)
Hay temas recurrentes (Spinetta voz de señora, la estatura de Copani, la homosexualidad de Luppi, etc) pero a mi me sigue encantando juntarme con mis amigos a tomar un fernet en el Varela o en el Banderín, o donde sea. Es así.

viernes, 19 de junio de 2009

Ausentes con Absentha


Un miércoles sin varelazo, pero con reunión Baffa de entrecasa...

Recibimos a Joaquín que volvió con miles de fotos del sobrino francés y muchos regalos... Entre gauloises y planos de venecia, pudimos probar el famoso Ajenjo, tambièn conocido como Absentha, o "Hada verde", y entre risas y copas nos pusimos lúdicos..

Primero fue una generala donde el anfitrión y homenajeado sacó tantas generalas como necesitaba para ganar todos los partidos..





Luego, a falta del jenga, nos pusimos a jugar a un juego de preguntas y respuestas... Participamos Belu, Feli, Jero, Joaco y yo... y entre muchos momentos memorables podemos recordar:



* El misterio de los fiordos noruegos

* La confusión de Jero entre Drácula y Batman


* La negación de James Bond por parte de Belu


* Mi conocimiento de la palabra "helvético"



* Andorra: o el día que Jero le ganó al juego



* y muchas más...



viernes, 12 de junio de 2009

Un miércoles atípico

Señoras y señores, amigos de la mesa baffa, es mi orgullo presentarles al nuevo y más joven miembro de la mesa baffa. Aunque todavía no puede tomar fernet ya confesó que le gusta.
Con ustedes Agustín Cahuzac Giménez
Desde la distancia les comparto mi crónica de un miércoles de fernet en Venecia.
En un pequeño barcito en una calle de Venecia me senté, cuando el mozo preguntó que quería tomar, me di cuenta que eran las 20.30 del miércoles, pedí Fernet, me lo trajeron.

Aunque no tan cargado como el que sirve Javier ni tampoco acompañado de las gloriosas picadas del amigo de la esquina de Canning y Paraguay, confieso que lo disfruté y mucho.

Esta noche no hablé ni de futbol, ni de Daniel Alberto, ni de la altura de Copani, ni la orientación sexual de aquel actor que Emilio tanto venera. Fue una mesa atípica para mi, pero no quise perder el ritmo.

Me acompañó Don Giménez (varios de ustedes lo conocen) pero él no tomó Fernet, se clavó unos cuantos escoceses. Hablamos de arte, de Bienales y de lo buenas que están las italianas en la primavera. Fue divertido, tambaleando volvimos al hotel, yo con un Gauloise entre los dedos.

Este miércoles espero volver a verlos, mis queridos amigos

lunes, 8 de junio de 2009

El loco David


El miércoles pasado fuimos poquitos, pero mantuvimos el espíritu pluralista y contestatario de la Mesa Baffa... llegando a fabulosas reflexiones sobre la política y el ser nacional, como cuando llegamos a la conclusión de que la única diferencia entre el PO y el PRO es la "R"...

Pero lo que nos convoca hoy es rendirle un sincero homenaje al amigo David Carradine, recordándo una muy graciosa anécdota suya publicada en el diario Página/12 hace ya un tiempo...


“Me acuerdo de una mañana en la que había estado comiendo peyote con los indios. Fue durante una filmación de Kung Fu. Y terminamos pronto y volví a casa y no había nadie allí y, supongo, fue entonces cuando el cactus me pegó de verdad. Así que yo caminaba por las habitaciones, hice varias llamadas telefónicas y, mientras pasaba de cuarto a cuarto, me iba sacando la ropa hasta que quedé desnudo. Y así salí a la calle. Y era un barrio residencial, con esas casas con jardines. Yo entraba y salía desnudo de las casas y apagaba todos los artefactos eléctricos que estaban encendidos. Televisores, radios, heladeras. Y me imagino que debe haber sido raro para mis vecinos: estar almorzando y contemplar cómo, de pronto, entraba Caine desnudo en sus casas y apagaba la licuadora o algo así. Cuando me cansé de eso, decidí volver a casa atravesando un bosque. Pero, claro, estaba desnudo: no tenía llaves para entrar. Así que seguí hasta la casa de un amigo. No había nadie pero las puertas que daban al jardín estaban abiertas; así que me metí en el living y había un cuadro en un caballete. Me puse a retocarlo un rato. Cuando me aburrí, puse otra vez rumbo a casa. Seguía sin poder entrar, así que rompí una ventana de una pequeña cabaña que había por ahí y me metí adentro y, claro, era una ventanita. Así que me corté todo el cuerpo. Salí de allí y retorné a casa todo ensangrentado y rompí una puerta y entré y me senté a tocar el piano. Lo dejé todo cubierto de sangre. Después me subí a mi Ferrari y, desnudo, me fui a dar una vuelta hasta que me desmayé por la pérdida de sangre. Así me encontraron. Me llevaron al hospital. Me vino a buscar una amiga y me hospedó en su casa. Esa noche me levanté todavía en órbita y salí a mear al jardín. Desnudo, por supuesto. Estaba en eso cuando apareció el perro de mi amiga y agarró mi sexo con sus dientes y lo metió amorosamente en su boca. Era un perro grande. Y no me mordió. Estuvimos así un largo rato. Después le di un puñetazo en la cabeza. Pero nos hicimos grandes amigos. Y cuando digo grandes amigos quiero decir que fuimos amigos verdaderamente grandes. En serio”.