jueves, 3 de julio de 2008

Montecristo Super Star


Lleguè primero al Banderín. Acodado en la barra fui testigo del regreso de Rocío y las negociaciones con Mario y Daniela con miras al futuro. Rocío volvió con la sonrisa de siempre, y atràs de la barra otro regreso inesperado: Luis. Con su humor inconfundible habló de su ídolo Capusotto, de un restaurant de pastas en Campana que dicen "es el mejor de la zona", y me pidió asesoramiento geográfico para una posible excursión litoraleña.

Mientras mirábamos la entrega del Martín Fierro en la televisión y comentàbamos sobre la farándula vernácula, fueron llegando de a poco los integrantes de la mesa baffa. Primero Martina con El Capital de Marx en la cabeza, Dionisia con su flequillo y el recurrente tema de los Andróginos, Fede y su habitual calma de Campari, Mariano que trajo información confidencial para Emilio, Emilio y su amigo que tenía un cuaderno con canciones cifradas, Jose y su receta de cobertura con rayadura de naranja, Pierre, su eterno retorno y Gabi, un amigo escocès hincha del Dundee que nos alertó sobre una posible nueva invasión inglesa en el barrio de Pompeya, y mientras seguían entregàndose los premios y Mario hinchaba por LaLola (y su amiga Carla), llegaron Belén y Joaquín que venían de una matineé cultural, y los habanos Montecristo se robaron la noche. Mario decía que ahora no iba a tener mosquitos por la cantidad de humo que provocamos con semejante fumata colectiva. "El Che fumaba los Montecristo que son más suaves que los Cohibas porque era asmático", dijo Joaquín.

Y sobre el final llegaron la amiga Taly del Paraguay con dos amigas, que fueron engañadas en busca de una peña con baile y no se cuantas promesas màs. Pero se integraron con facilidad a la dinámica banderinesca y así estuvimos hasta que cerramos las cortinas...

Hubo una ausencia notoria, el intendente Divo Campanini, que acusó no tener voz, pero nos tomamos màs de un fernet en su honor y debo reconocer que en algun momento imaginamos que lo íbamos a ver en la pantalla de la tele entregando algún premio en nombre de APTRA y mandándole un saludo a los amigos del banderín...

Finalmente LaLola ganó el Martín Fierro de oro y Mario estaba tan contento como si hubiera ganado River. Me dijo que va a buscar el mail de Carla para mandarle felicitaciones.

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