miércoles, 14 de julio de 2010

Y todo empezó con el queso y dulce...


Si. Es así. Muchas cosas se comentaron, se dijeron. Pavadas. Que fue por la fiesta de fin de año, que fue porque rajó a la moza, que ultimamente se echaba a dormir y ni aparecía, que se olvidaba de comprar los lupines, algunos lo acusaron, con fundamento, de discriminar a algunos de los pibes de la mesa, etc, etc, pero yo te digo una cosa, y en esto pocas veces me equivoco, todo empezó con el queso y dulce.

Me acuerdo patente como le gustaba al viejo que yo contara los pedacitos iguales de queso y dulce. 37, 38, 39, 40 y...41, la pegaste!!!. Que los vas a contar, mentiroso!. Yo levantaba la cabeza del plato y veía la sonrisa complice de Mario. Así nadie se quedaba con un dulce o queso de más. Hacía el flete del mostrador a la Mesa Baffa y golpeaba la ventana a los que estaban fumando afuera. Entren que hay postre!.

Porque lo bueno que tuvo/tiene/y tendrá esta Mesa es que siempre tuvo de todo. Entrada, Plato Ppal y Postre. De formas diferentes y las comparaciones son tediosas. Pero nunca nos faltó nada. Allá y acá. Antes y ahora. Como toda cosa nueva y a mí que me encanta mitificar cualquier pavada con el queso y dulce nacía algo nuevo. Era un bloque distinto dentro de la Mesa.

Porque a ver... al principio la locura era el bar (es uno de los mejores sin duda), después nos copamos con el viejo (che, es fana del millo y de Passarella), después con Baffa y los viajes a Japón, después con los lupines, después con Leo Masliah y el taxi, con las mozas, con el mago que ahora va Humahuaca, con las botellas viejas de Legui, con el hijo, con la nieta, todo era novedad semana a semana, todo iba barbaro, hasta que pasó lo pasó.

Pero te juro, todo empezó con el queso y dulce. Por eso será que me asusté, que me erizó la piel, sonreí, no te miento, pero me dejo un poco raro, viste. Bah... algo me dio miedito, cuando Javier sin que nadie se lo hubiese mencionado nunca, nos ofreció el miércoles pasado y en forma de postre, un buen plato de queso y dulce.

sábado, 3 de julio de 2010

Infinita tristeza


Se terminó el sueño mundialista... tenemos cuatro años para esperar a Messi y armar una defensa... ahora a seguir ahogando penas en el varela, y mantengamos las esperanzas para los hermanos sudamericanos que siguen en carrera...
salud!